Para los japoneses, tanto daruma como el monte Fuji son símbolos espirituales, budista uno y sintoísta el otro. En esta figurita se reverencia a los dos. Está decorada con hojas de arce rojo arrastradas por el viento, cuya contemplación conocida como momiji se vive en Japón como un ritual de serenidad, un momento de calma interior y de conexión con la naturaleza.
Daruma Negro y el Monte Fuji: Espiritualidad y Fortaleza Interior El Daruma negro se utiliza para proteger y prevenir que algo malo pase. Sirve también para tener éxito en los negocios. Sus cejas tienen forma de grulla y las barbas se asemejan a las escamas del caparazón de una tortuga, animales símbolos de longevidad en Japón.
¿Qué es un Daruma? El Daruma es conocido como el Muñeco de los Propósitos, un amuleto japonés de buena suerte. Está hecho de papel maché y representa al monje Bodhidharma, fundador del budismo zen. Según la leyenda, Bodhidharma alcanzó la iluminación tras meditar durante nueve años en una cueva, pero, debido a su inmovilidad, perdió brazos y piernas. De allí su forma tan peculiar. Sobre el espíritu de Daruma Su figura nos sirve para recordar que, con determinación y perseverancia, conseguiremos el propósito que nos hayamos marcado. En este sentido, es primordial que escojamos un objetivo específico y realizable. No se trata de comprar un Daruma para luego esperar a que se cumpla nuestro deseo por arte de magia: Daruma nos motiva para trabajar duro y esforzarnos. Para los japoneses, cualquier ocasión es buena para regalar un Daruma pero hay fechas muy simbólicas como los cumpleaños y el Año Nuevo. Detalles del producto Características:14 cm, papel maché. Diseñado en Japón. Made in:Vietnam