Descripcion
?? Incienso Natural de Gardenias – Ullas
Embriágate con la fragancia dulce y floral de la gardenia.
El incienso natural Ullas de Gardenias te invita a un viaje sensorial único, donde cada varilla desprende un aroma suave, envolvente y elegante. Perfecto para momentos de relajación, meditación o simplemente para llenar tu hogar de una atmósfera delicada y armoniosa.

Hay aromas que no solo se huelen, se recuerdan. El incienso natural de gardenias de Ullas no es solo un perfume: es una atmósfera. Un suspiro floral que convierte cualquier rincón olvidado de tu casa en un pequeño templo de belleza. ¿Exageramos? Tal vez. Pero hasta los escépticos han cerrado los ojos ante su fragancia y han exhalado un “mmm” con sospechosa devoción.

Hecho a mano en la India —donde los aromas no solo decoran el aire, sino también el alma—, este incienso combina ingredientes naturales y una tecnica ancestral. Sin químicos, sin prisas, sin culpa. Solo gardenias, paciencia y un toque de poesía.

?? Aroma: Floral, dulce, romántico
?? Ideal para: Aromatizar espacios, elevar el estado de ánimo, meditación, ceremonias o simplemente relajarte
?? Origen: India
?? Marca: Ullas

¿A qué huele?
?? A flores blancas al atardecer, a jardines que nadie riega pero siempre florecen.
?? A dulzura, a nostalgia elegante, a algo que no sabes nombrar pero que te hace bien.
?? A romance sin compromiso: viene, envuelve… y se va flotando.

¿Para qué sirve?
?? Para meditar… o imaginar que lo haces.
?? Para perfumar espacios sin tener que encender una vela de 50 euros.
?? Para elevar el ánimo sin necesidad de yoga ni gurús.
?? Para ceremonias, fiestas discretas o momentos en que simplemente quieres sentirte mejor sin saber por qué.

Presentación encantadora:
?? Cajitas individuales de 25g (8 varillas aproximadamente de pura magia olfativa)
?? Caja display de 12 cajitas —ideal para quien no teme al compromiso aromático o quiere compartir el milagro.

Modo de uso (porque siempre hay alguien que necesita que se lo expliquen):

Enciende la punta de la varilla.

Deja que arda unos segundos, como si estuvieras esperando una señal divina.

Sopla la llama con ternura.

Colócala en un porta inciensos y deja que la gardenia haga lo suyo.

Un ritual simple, casi absurdo… y sin embargo, profundamente efectivo.